Las empresas de residuos pagan por ellos y cada vez se extiende más su reciclaje solidario. Tapones a cambio de vida...
«Mamá, hay que guardar los tapones de plástico para el cole». Es lo que cada vez más padres oyen decir a sus hijos en casa. Son para Aitana, Sara, Sergio, Ainhoa y muchísimos otros niños que padecen enfermedades raras o discapacidades cuyos tratamientos sus familiares no pueden costear.
La cadena solidaria comienza a funcionar rápidamente porque la labor es sencilla y porque los padres lo cuentan en el trabajo, en el gimnasio o incluso en el bar, y el virus del reciclaje solidario se extiende con efectividad. El caso de Aitana, uno de los más conocidos en España, ha conseguido ya la colaboración de 800 colegios y 99.771 € para las constantes operaciones que la niña precisa. Aitana ha vuelto a ser intervenida en Boston, y desde la asociación «Una sonrisa para Aitana» nos informan de que «ha sido todo un éxito».
Aitana nació con una cardiopatía congénita
En otros casos, la recogida de tapones se realiza con el objetivo de financiar la investigación de una enfermedad poco conocida. Es el caso Aitzina, una asociación local de Vitoria (que forma parte de AEFAT ) que apoya a los enfermos de ataxia que empezó recogiendo tapones a nivel local y ha acabado extendiendo el reciclaje solidario por toda España. En total apenas son 15con ese caso, y necesitan 300 toneladas para conseguir 60.000 euros e iniciar así la investigación de este síntoma que afecta a la coordinación de todo el cuerpo.
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Fuente: ABC.es Teresa Ródenas / MADRID.